En la vida es necesario tener grandes esperanzas. Si no las tienes nunca
obtendrás más que una vida completamente normal. Una vida basada en la
mediocridad y en la cadencia de emociones.A su vez, aunque parezca
contradictorio, es necesario luchar por conseguir esas grandes
esperanzas. Porque si no luchas por que lleguen a tí, ellas solas nunca
lo harán. Se quedarán quietas e irán a parar a otra persona que dedique
su vida a luchar por ellas.A lo largo de su vida había adquirido una
cantidad relativamente minúscula de sus propias grandes esperanzas. A
menudo llegaba a preguntarse a sí misma si ella y esas grandes
esperanzas formarían imanes que se repelían. Sin embargo nunca perdió
las ganas de luchar por esas esperanzas, y un día, cuando estaba al
límite de sus fuerzas, las grandes esperanzas llegaron a ella.Fue
entonces cuando se dio cuenta de que la vida nos doblega y nos hace
sufrir hasta el último momento. La vida nos golpea y nos hunde, y os
puedo garantizar que solo los valientes saben seguir pese al
sufrimiento. Solo los valientes saben como soportar sus golpes y seguir
luchando por sus grandes esperanzas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario