sábado, 9 de marzo de 2013

No hay cosa más triste que un recuerdo feliz, el poder recordarlo y no estar allí, sentir la felicidad que se te escapa de tus manos, porque valorar lo que se pierde es cualidad humana, duele verle con otra perosna, duele verle sonreír y pensar que no eres el motivo, duele fingir que no te importa cuando en el fondo te estás rompiendo en pedazos, duele pensar que todas las conversaciones no significaron nada. Pero no se puede hacer nada, sonríes y finges ser feliz. Nadie se da cuenta. Todo es un perfecto disfraz. Todo es una perfecta mentira.

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