Hagamos esto eterno, tú, yo y nuestros sueños,
no dejes que nadie te diga lo que tienes que hacer,
ese es el trabajo de tú corazón y no es fácil de entender,
no te creas lo que te digan, porque ya sabes,
las palabras hacen daño, pero esas ya se las lleva el viento, y con ella los malos gestos.
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