sábado, 2 de marzo de 2013

No me arrastres. No me asustes. Vete lejos. Pero no sueltes mi mano. Empecemos de nuevo. Sangra mi labio con sanguijuelas de colores. Fuma un cigarro para mi. Traga el humo. Arréglalo y que no vuelva a estropearse. Échalo fuera.
Crúzate conmigo en una autopista a cien por hora. Sueña retorcido. Sueña feliz, que yo me encargaré de tus enemigos.
Dame la llave de tus oídos. Toca mis ojos abiertos. Nota la textura del calor.
¿Por cuanto te vendes? Regálame a tus ídolos. Yo te enviaré a los míos. Píllate los dedos. Los lameré hasta que no sepan a miel. Hasta que no dejen de ser miel. Sal, niega todo y después vuelve. Te invito a un café.
Caliente, claro. Y sin azúcar. Sin aliento.

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