sábado, 20 de agosto de 2011

para que luego digan que las hadas no existen

Nuestra historia es como una ventana en primavera, que se abrió fácilmente y que se queda siempre abierta aspirando los perfumes de un verano que se espera, pero parece que nunca llega.
Los abrazos apretados contra el pecho, esa expresión, los labios que nunca perderás, labios con espuma dulces y tan simples,como mis mordiscos.

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