domingo, 24 de junio de 2012

El principio siempre es bonito; y el amor recíproco, al igual que las caricias, los abrazos y los besos. Crees que nunca antes te habías enamorado de esta forma y caes rendida a sus pies. La adoras, se convierte en tu vida. Darías hasta el alma por quedarte con ella para siempre. Te ilusiona, te hace creer en ese futuro juntos que te promete. Se convierte en tu motivación para todo, incluso para llegar lo más antes posible de las clases y conectarte para aunque sea hablar cinco minutos con ella. Le pides que porfavor nunca te suelte, que sin ella no tendría sentido. Y ella lo promete, todo lo dice con promesas. Promesas que te dan vida. Te ha cambiado por completo, sabes perfectamente como eras antes de conocerla: fuerte, independiente, libre, enemiga del amor. Y no, esto antes no te habría pasado. Poco a poco empiezas a darte cuenta de que no vas por el buen camino, de que ya conoces las tramas de este tipo de historias; pero aún así sigues con esto, haciendo caso omiso a lo que vendrá y a las consecuencias del final.

No hay comentarios:

Publicar un comentario