Suelo pensar en que la
vida un día nos abandona, se cansa de nosotros, nos elimina como a una
canción pasada de moda y nos sustituye por alguien. Todo es un cúmulo de
casualidades, probablemente el destino exista de por sí, pero tú puedes
imprimirte la historia de tu vida desde la primera letra mayúscula al
punto y final. Si vives por vivir y vives para morir nunca te llevarás
decepciones pero probablemente estés desperdiciando cócteles de buenos
momentos sin azúcares añadidos.
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