martes, 21 de agosto de 2012

Puede que un día tenga mil sonrisas para repartir, y otro en cambio no tenga ganas de nada. Quiero a muchas personas, y odio a otras tantas. Para unos seré demasiado perfecta y para otros tendré demasiados defectos. Para unos seré la mejor amiga del mundo, y otros no me querran ni ver. Tengo muchas cosas buenas, pero también muchas malas.
Me gusta contarle mis secretos a la gente en la que confío y que esa gente confíe en mí.
Me gusta picar, pero no que me piquen, porque ya sabéis ese dicho "quien mucho pincha, mucho sangra".
Me gusta pasarme horas hablando por teléfono con ellas. Directamente, me encanta hablar por teléfono si es en buena compañía.
Me encanta reír, y hacer reír. Me gustan los pequeños detalles y los grandes momentos. Me gusta recordar diejos momentos. Me gusta ayudar a la gente siempre y cuando se lo merezca, y si no, también.
Me gusta actuar sin pensar en las consecuencias. Me gustan las tardes tranquilas, aunque otros días prefiera estar haciendo de Gladiadora. Me crearon para saltarme las reglas y no seguir una misma rutina.
Me gusta aprender de mis errores, que no son pocos. A veces puedo ser muy tímida, otras en cambio puedo ser la más lanzada. Odio los lunes y me encantan los sábados.
Tengo muy poca confianza en mi misma y demasiada en los demás.
Puedo ser tan encantadora por las mañanas, como por las tardes, pero depende del pie con el que me levante cada mañana, o me hagan tropezar y caiga.
Tengo mriadas que matan y sonrisas que emboban. Odio mi sonrisa, pero también me crearon con el don de dibujar sonrisas en mi rostro y plasmarla en la de los demás.
Para mi es blanco o negro, no existe el gris. O te quiero o te odio. O me da igual todo o todo me afecta. O algo me gusta o no puedo ni verlo. Tengo por costumbre soñar despierta todas las noches. Soy de las que piensa que los viernes son para adelantar todo el trabajo y así tener todo el fin de semana para disfrutar. So y de las que prefiere un beso sincero que mil "te quiero" fingidos.
Soy muy orgullosa y me callo muchas cosas que me gustaría decir.
Me cuesta mucho decir que no. Tengo mis más y mis menos. Odio que me hagan callar. Me encanta hacer locuras.
Me tengo que caer 100 veces, si no, no aprendo...

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