viernes, 11 de marzo de 2011

Parada solicitada, me bajo, ¿Vienes?

- ¡Puedes contestarme por favor! ¡Estás poniéndome nerviosa!

- ¿Tú, nerviosa? ¡Yo sí que estoy nerviosa! ¡Cada vez que tú estás a mi lado estoy nerviosa! 
No tienes la menor idea de lo que siento por ti, de todo lo que pasa por mi cabeza cada vez que te veo... cada vez que hablo contigo es como un laberinto. Y si tuviera que decirte ahora mismo qué es lo que pienso sobre todo esto no podría. Si tuviera que explicarte con detalle todo lo que significas para mí, nunca acabaría. Si tú no estás, yo no puedo... no puedo seguir adelante y, si estás, me quedo estancada, ahogada, atontada... Son tantos los adjetivos que podrían describir mi estado cuando tú estás, pero serían tan poco precisos... Sinceramente, sé que acabarás sonsacándome lo que pienso sobre todo esto que te está pasando y será tan sencillo como decirte que ella no sabe lo que pierde dejándote marchar y, cuando se dé cuenta, se sentirá como me siento yo ahora... ¿Cómo? Como alguien que tiene tan cerca lo que quiere que incluso se le escapa de las manos...

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