domingo, 16 de octubre de 2011

MMi sastre de sonrisas

Siento como el corazón me late cada vez más deprisa. Y luego se para cuando todo se está viniendo abajo. Me duele el cuerpo, cansado de buscar las palabras adecuadas. Cúmulos de sensaciones se escapan por mis poros y hacen de este lugar algo frío y molesto donde vivir. El silencio, algo tan típico en mí, se ha convertido en mi tortura. La ausencia, que duele, al igual que las miradas que no dicen nada. Y siento otro pinchazo en la espalda que me dice que todo ha cambiado y que no consigo nada cerrando los ojos.
Me doy cuenta de que las lágrimas abren surcos en mis mejillas, y arden y se clavan en la situación, en el frío de la noche.

Y de repente, llegas tú. El calor, las ganas de reír, de soñar. Movimiento, sonrisas y amor. Eres un caos de infinitas cosas que sacan lo mejor de mí. Ligereza y equilibrio. Y todo duele menos si es contigo, a tu lado. Jodida niña idiota en la que me he convertido. Y sin embargo tú me sigues queriendo igual, o más que ayer. Y me abrazas, y sé que puedo llorar sin tener miedo a nada, sin temer que el mañana cambie y que me encuentro en el punto justo en donde quiero estar.

Debo agradecerte tanto que no sé ni que decir. Quizás sólo las miradas saben decir lo que el corazón se traga.

te amo mucho bebota.

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