lunes, 24 de octubre de 2011

sin título.

Tengo mucho por decir, pensé. Tengo poco para hablar y mucho por escribir. Borré y borré. Hasta que entendí que lo que se siente a veces, supera la razón, las formas y los modismos. A veces no hace falta contar tanto, y registrar un poco más. A veces, un día como hoy, perdemos la razón, y como yo, alguien más se siente superado por la situación.
Quiero decir de esta grata molestia, que me inmoviliza y me intimida, que todo me parece absurdo.
Escribirlo me parece cursi y trastabillado.
Borro y sigo borrando, como si no fuera necesario exhibirlo, parece que basta con que sólo lo resguarde yo, lo mastico y me lo trago.
Parece que tengo que cargar con la incomodidad que te da el vacío, ese nerviosismo, el frenesí, el miedo a perder. El meter más cosas en una mochila que sólo yo llevo cargada en la espalda. Debe quedar en mí, todo lo que siento, estas ganas locas que a veces me hacen salir corriendo, ese temor a lo desconocido, esos factores externos, que por mucho que los guardes, vuelven a hacerse notar para que no olvides que siguen estando por mucho que no los veas.
Eso que se siente muy adentro, en el medio del pecho, dónde está el corazón...
Eso que algunos explican diciendo TE QUIERO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario