jueves, 4 de octubre de 2012

Después de todo este tiempo me quedo con la alegría desparramada por el suelo, con la tristeza anclada en los rincones de mi cuepo, con la duda entornada en mis pupilas y con la mente más dormida que despierta.
Me quedo con la incertidumbre en mis manos, la desgana en mis hombros y el odio en los costados. Con la desesperanza atada a mis zapatos, la sonrisa borrada de mi cara y la certeza de haber sido esta vez totalmente derrotada. Con las alas descosidas, los sueños incompletos y las ganas exiliadas de momento.
Con el frío habitando mis venas, la ausencia acaparando mis noches y las lunas repletas de lágrimas. Con la cama vacía y las sábanas manchadas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario