jueves, 4 de octubre de 2012

Te acuerdas? Cuando yo reía por todo y tú te reías de mi. Más o menos justo cuando yo era feliz y a ti se te pegaba mi sonrisa. Cuando yo te hacía monologos y tú me mirabas pensando que estaba loca y que los complejos no habían sido creados para mí, cuando yo pensaba todo lo contrario. Creo que era cuando me dabas la mano sin darte cuenta. Si no me falla la memoria también coincide con esa época en la que íbamos al cine a no ver películas, o a ver películas de miedo en las que tú lo pasabas fatal y yo me reía como en la mejor de las comedias, extraño estilo el nuestro. También recuerdo justo ese momento en el que creí con la mirada que me ibas a atravesar, fue sentados sobre el horizonte, justo en ese punto en el que no se sabe dónde empieza el mar y dónde acaba el cielo, dónde empiezan tus manos y acaba mi cuerpo, dónde acaba tu recuerdo y empieza mi realidad, en el punto muerto de nuestra existencia o, como a ti te gustaba llamarlo, en el lugar en el que empieza nuestra vida juntas.
Ya ha pasado el tiempo y simplemente me pregunto si lo recuerdas. Y, la verdad, no quiero saber la respuesta.
Me conformo con que creas que yo he olvidado todos y cada uno de esos momentos, esto que escribo no es más que una mala pasada de mi imaginación. Tú, ni caso.

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