sábado, 29 de septiembre de 2012
La
vida poco a poco va pasando, y casi toda la gente que en algún momento
está contigo, pasa al igual que la vida. Y esa gente que va pasando cada
una, por mínimo que sea te enseña algo, tanto bueno como malo. Personas
que te enseñan que no te puedes fiar de nadie, que todo el mundo tiene
dos caras y que por mucho que pienses que conoces la conoces, al final
siempre te acaba sorprendiendo y normalmente, es para mal. Otras
personas que pasan por tu vida y te enseñan a disfrutar cada segundo
como si fuera el ultimo, porque la vida son dos días y nada es para
siempre, todo tiene un fin. También hay personas a las que realmente
llegas a querer mucho y te demuestran que a veces hay que tragarse el
orgullo, por muy difícil que sea. Después, conoces a otro tipo de
personas que te demuestran que realmente no existen ni los príncipes
azules, ni que nada es tan bonito como en los cuentos y las películas.
También conocerás a personas con las que aprendas que mejor es ir con la
verdad por delante, aunque duela, que se pilla antes a un mentiroso que
a un cojo. Otras personas, que aunque creas que pasan desapercibidas en
tu vida, no, al final te acaban enseñado que cada uno da de lo que
recibe. Luego, por otra parte, están esas personas con las que conoces
el amor de verdad, en esas personas en las que aprendes a creer y
confiar, aprendes a no pensar en yo, sino en nosotros. La mayoría de
estas personas pasan y cuando ya se han ido de tu vida, las has echado o
simplemente las has perdido, es cuando te das cuenta que ya no están,
que algún día puede que vuelvan, pero lo más probable es que no, que
después de lo que te enseño cada una, se fueron sin más. Pero con esto,
todas ellas te enseñan que al igual que todo llega, todo pasa. Y tambien
están las que llegan a tu vida, y se quedan para siempre.
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