viernes, 20 de mayo de 2011

memorias intensas

En la vida y en los sueños el tiempo sucede solamente en la memoria. Sucesión de percepciones, en un año o en la vida no habría historia sino fuera por que podemos recordar parte de esa procesión continua de conversaciones, escenas, bailes, comidas, golpes que nos da la vida, besos, delicadas texturas y todo tipo de alegrías y amarguras. Todas esas cosas que hacen que ese fenómeno increíble de la naturaleza que somos cada uno valga la pena. Historia personal o universal. El universo entero existe solamente porque podemos recordarlo. Y algunas pocas veces, inventarlo. Y es que la memoria de lo vivido y la de lo soñado es la misma. En el presente, que es cuando los recuerdos importan, da igual el sabor del mango soñado que el gusto, el aroma delicado de ese fruto único que algunas vez probamos y se nos quedó grabado eternamente. O al revés, buscamos esa pieza deliciosa, ese pedazo perfecto de universo idealizado que sólo hemos conocido inventando en nuestra memoria un recuerdo que no tenemos, pero deseamos,y que nos empuja poderosamente a hacer lo que sea necesario para tener. La realidad y la ficción tienen igual peso en nuestra mente. Y el futuro lo trabajamos empujados por la fuerza de ese recuerdo, igual soñado que vivido.

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